lunes, 18 de junio de 2012

MÚSICA, MAESTRO


El gramófono es un tocadiscos al que se le daba cuerda con una manivela y los discos, que giraban a 78 rpm, eran de baquelita. Así se podía oír música y canciones en el Campo por aquellos tiempos; la radio solo se ponía para las noticias, el llamado parte.
Algunas noches nos dejaban a los chitos escuchar el limitado repertorio y participar …

Al abuelo Perico le hacia gracia ver a sus nietos desfilar al son de la música militar; ese era el arranque o el punto final de la velada cuando está se producía en su presencia.
Nos compró para hacerlo con mejor atrezo que una vara seca de gamonita unas escopetas de juguete que tenían la culata pintada de rojo, y desteñían. Con una al hombro, en formación de a uno y marcando el paso, marchábamos unas veces con el Himno de la Legión (paso ligero), otras con el de la Infantería o el Oriamendi. Recuerdo sus carcajadas.
No sé si elevo a categoría una anécdota sin importancia, pero me sorprende el detalle. ¿Qué sentido del humor tenía aquel hombre que hizo su tesis (tras la primera guerra mundial) sobre pacifismo y le tocó vivir la guerra civil, la segunda mundial y la guerra fría al reírse así viendo desfilar de aquella manera a sus nietos?
Aquí lo dejo, a la anécdota, con este final abierto a cualquier interpretación.

La abuela era mas previsible en sus gustos. Poesía de Campoamor.
Boleros del Trío Los Panchos (Aquella Malagueña  con su largo falsete. Al oírla veo el suelo de baldosas del primer pasillo donde recuerdo cantarla con mucho sentimiento y poco oído caminito de la cama) y las Coplas de la Piquer con su Tatuaje y su La Lirio.
La Zarzuela con la fiel espada triunfadora que ahora brillas en mis manos
La parte de humor estaba representada por el Maria Cristina me quiere gobernar de la que no encontré en la red ninguna versión similar y, con otro tono, la Copla de la Dolores.

Nada comparado con la irrepetible interpretación que hacía La Niñera de La Niña de la Estación¡Que personaje! Se merece una entrada con foto en la portada.

Un final diferente al militar, -para educar el oído musical- decía la abuela, consistía en poner el Claro de Luna de Beethoven por, me acuerdo, Paderewki al piano.
Si algún joven llegó hasta aquí ahora le pongo algo español y moderno. Bebo & Cigala. Para educar también su oído musical.

7 comentarios:

  1. Qué bueno. Me encanta esta entrada.

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  2. he puesto la niña de la estación en clase, tendrías que haber visto la cara de estupor absoluto de mis alumnos de 3º de la ESO, jajajjajaja!!!!1

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  3. Pues con todo y ello también resulta curioso que a su nieto mayor le regalase al hacer el ingreso en el Bachillerato (9 años tenía el menda), una escopeta de dos cañones calibre 28, que todavía conservo. Para que le cazase pajarillos a la abuela y los espantase de sus viñas. Hoy a los nietos les regalan los piños. Entonces teniamos mejores dientes. Habia menos chuches.
    Y entre la discografía primo había también algún tango de Gardel

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    1. Ponlos. ¿O es que no sabes?
      Pensé que algún otro añadiría sus preferidos.

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    2. Yo si que no se. Pero te faltan un montón hermano. Casi todas las de la Piquer y de Imperio Argentina, y por señalar dos, la militar del "Novio de la Muerte" y la zarzuelera "Canción del sembrador" que yo creía que las cantaba Manuel cuando era joven.

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    3. Ahí te van, hermano. Luego te envío a tu correo la forma de subirlos en comentarios. En las entradas no funciona.

      El novio de la Muerte.
      Canción del sembrador y por
      Marcos Redondo

      Imperio Argentina entera.
      Y pa ti Los piconeros.

      A la Piquer ya te la puse entera en un enlace en la entrada.

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  4. La tesis doctoral del abuelo sobre el desarme era anterior a la Primera Guerra Mundial ( creo recordar que de 1909), lo que, teniendo en cuenta el ambiente tan belicista de la época,lo convierte en un auténtico visionario para su tiempo.Eso sin tener en cuenta que , de confirmarse la fecha, la escribió con ¡20 añitos!

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